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Los malos tratos son un problema que ha afectado a mujeres de todas las edades a lo largo de la historia. Aunque en general la mejora en la situación de las mujeres ha sido notable en nuestro entorno, las agresiones continúan y se ha producido una importante sensibilización de la sociedad y los medios de comunicación sobre la necesidad de poner fin a este sufrimiento injustificable.
Una de las formas de acabar con la violencia de género, posiblemente la más importante, es la educación. La educación debe actuar contra la violencia, enseñando a condenarla, desarrollando el compromiso de no reproducirla, proporcionando alternativas basadas en el respeto mutuo.
Es necesario transmitir a la sociedad en general y a la juventud en particular de una forma clara, directa, sencilla y real las diferentes formas que presenta la violencia de género, haciendo especial mención del maltrato psíquico para incidir en la violencia que ataca de forma emocional e intimidante a las víctimas y cuya ignorancia impide que el problema de la violencia de género sea conocido en su integridad.
Estos cortometrajes constituyen una herramienta para la prevención primaria pudiendo emplearse en talleres para la divulgación, sensibilización, prevención, información, formación y asesoramiento en la detección precoz de conductas abusivas hacia la pareja, incidiendo especialmente en conductas de maltrato psicológico. Se pretende que la comunidad sepa detectar aquellos comportamientos que pueden derivar en maltrato psíquico, evitando así uniones de riesgo.
El fin de estos cortometrajes es mostrar determinadas conductas de abuso emocional, incidiendo especialmente en el maltrato psicológico, que configuran una relación de pareja insana, apoyándose en ello para explicar de forma realista y cercana a la realidad de los jóvenes la formación del ciclo de la violencia (descrito por L. Walker).
Ciclo de la violencia:
- Fase de acumulación de tensión:
- Fase de agresión:
- Fase de luna de miel o de arrepentimiento:
Este ciclo nos ofrece una perspectiva explicativa de cómo, progresiva e inadvertidamente, la víctima se va viendo enganchada a una situación dañina y cómo el abusador va obteniendo control y poder en la relación.
Así mismo, en el enfoque del cortometraje se ha empleado el Modelo The Duluth Currículum (Domestic Abuse Intervention Project) basado en el modelo de control y poder (rueda de control y poder), que no comparte la creencia de que el maltratador se comporta violentamente porque pierde el control de sus emociones. Por el contrario, cree que el hombre maltratador hace uso del comportamiento violento para mantener el control y el poder dentro de su relación. Este modelo presenta una clara orientación de género que difiere de otras orientaciones clínicas y por tanto no se considera el empleo de agresividad como vinculado o no a alguna psicopatología, sino que se encuadra dentro del control y poder que la persona que ejerce la agresividad obtiene al usarla.
Base teórica
Nuestros cortometrajes se han basado en el Modelo The Duluth Currículum (Domestic Abuse Intervention Project), ajustando las conductas de "poder y control" a la realidad.
Realizar una intervención social para entender el proceder del agresor está más que justificada por la propia realidad. Entender no significa en ningún caso disculpar, sino que puede ayudar a pronosticar y prevenir conductas de maltrato y a denunciar comportamientos lesivos, siendo por tanto una forma de proteger a la víctima. Por otra parte, cualquier persona puede ser un agente de cambio en el problema de la violencia de género, al ser un problema social. Es necesario transmitir a la sociedad las diferentes formas que presenta la violencia de género, haciendo especial mención del maltrato psíquico para incidir en la violencia que ataca de forma emocional e intimidante a las víctimas y cuya ignorancia impide que el problema de la violencia de género sea conocido en su integridad. Hay que partir de la base de que en toda agresión física ha existido previamente alguna agresión psíquica, por tanto es importante saber identificarla a tiempo.
El objetivo fundamental que queremos conseguir es que la gente aprenda a reconocer esos comportamientos machistas más pequeños para concienciarnos de la importancia y del peligro que tienen. Así como, poder prevenirlos y afrontarlos en la vida cotidiana de cada una, gracias a algunos trucos que aprenderemos sobre las habilidades sociales y los derechos básicos que cualquier persona tenemos.
Para ello:
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