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La música despierta, evoca, estimula y desarrolla diversas emociones y sentimientos. También puede modificar el estado de ánimo del oyente y su percepción del espacio y del tiempo.
¿Quién no se ha sentido una persona diferente escuchando su melodía preferida? y ¿quién no se ha aislado totalmente del mundo que le rodea mientras se deleitaba con una buena canción?. Tan grande es la influencia de la música sobre los seres vivos, que se ha utilizado tanto para potenciar la agresividad como la tranquilidad, del mismo modo que se emplea para dormir, relajar, estimular o concentrar. Todo depende del tipo de música y el momento adecuado para escucharla.
La música influye en muchos aspectos biológicos y de comportamiento del ser humano, de los que hablaremos a continuación. La influencia más llamativa puede ser la que se ejerce en nuestro cerebro. El cerebro de los músicos es distinto, su corteza prefrontal y su lóbulo temporal tienen un alto grado de sensibilidad, ya que son las regiones que intervienen en la percepción musical. La zona de estos, cuya función es registrar y diferenciar los estímulos acústicos es un 25 % más grande que en el de las personas que jamás hayan tocado un instrumento. El cerebro es un órgano plástico que se moldea con relación a los estímulos culturales que recibe desde la infancia.
La melodía potencia la capacidad de atención y favorece la imaginación, además estimula la habilidad de concentración y la memoria a corto y largo plazo.
Por otro lado, desarrolla el sentido del orden y del análisis y ejercita la inteligencia, ya que favorece el uso de varios razonamientos a la vez al percibir diferenciadamente sus elementos. Las personas que escuchan música desde la infancia desarrollan mejores habilidades lingüísticas y creativas, siendo más felices. También incitan y favorecen la expresión de uno mismo e induce a la colaboración intergrupal y al entendimiento cultural.
Muchos son los efectos de la música, dependiendo del ritmo incrementa o disminuye la energía muscular, acelera o disminuye la respiración. Tiende a demorar la fatiga reduciendo el dolor y aislando el estrés. Otro de sus beneficios es la reducción de la frecuencia cardiaca y presión arterial. La música es muy recomendada para facilitar el sueño, además de aumentar el optimismo y como siempre se ha dicho es buena para la meditación.
Ahora que sabes los beneficios de la música... ¿A qué esperas?
Autor: Silvia Martinez Ruano, practicum de psicología de Ycomoyo